Música Uriah Heep

Published on septiembre 13th, 2020 | by Isael Serra

Uriah Heep, viviendo el sueño del rock

Hablar de Uriah Heep es hacerle justicia a otra de esas bandas criminalmente subestimadas, que no son valorados en la medida adecuada, como ya lo hicimos Blue Öyster Cult y llegaremos a Thin Lizzy, Shocking Blue, entre muchas otras. Bandas clásicas que son dejadas de lado por nombres más famosos, pero que son contemporáneos, de la misma camada y calidad, de titanes como Deep Purple, Led Zeppelin, Cream, Black Sabbath etc. Y por ende, pioneros de un sonido pesado que luego se denominaría como heavy metal.

Uriah Heep se formó en Londres en el convulso año de 1969, época y lugar que resultarían clave en el desarrollo del rock por venir. El guitarrista Mick Box ha sido el motor principal de la banda, que ha experimentado múltiples cambios de alineación a través de su historia. No nos meteremos mucho a enlistar los cambios de alineación porque son una constante en la banda.

Comenzaron llamándose Spice, y luego de una serie de cambios en su nombre se decidieron por Uriah Heep, el nombre de un personaje de la novela David Copperfield, de Charles Dickens. Como era común en esa época, gracias a un manager que confiaba plenamente en el sonido de la banda, logran fichar con Vertigo Records, la legendaria discográfica inglesa especializada en rock progresivo, y de donde también salió Black Sabbath.

Desde su disco debut en 1970, titulado …Very ‘Eavy …Very ‘Umble, llamaron la atención de los fans del rock duro. Y ese álbum debut fue considerado como una obra influyente en el naciente heavy metal, pues ya contenía los ingredientes que darían pauta a dicho género: desde su contenido musical orientado a la guitarra y al riff directo, combinado con un persistente órgano Hammond, y toques de lo que sería conocido luego como rock progresivo, todo enraizado en el blues más eléctrico, y aderezado con una voz dramática y exuberante, casi operística, sin olvidar la misteriosa portada del disco: en la versión inglesa, el rostro del vocalista David Byron envuelto en telarañas; y en su versión gringa, la portada era adornada por una especie de monstruo ciempiés de mirada enfurecida.

Por cierto, en su versión norteamericana, el disco sencillamente se tituló “Uriah Heep”. En fin, un verdadero disco de culto desde su edición, que inspiró incluso a unos Queen. Uno de los debuts más impactantes de su época, y muy exitoso además. Así que si nos ponemos a rastrear en las raíces y en lo que ahora se denomina como bandas “proto metal”, en 1970, entre las más reconocidas tenemos ya a Led Zeppelin, a Deep Purple, a Black Sabbath, y claro, a Uriah Heep.

Por cierto, Deep Purple y Uriah Heep nacieron casi al mismo tiempo y compartían muchos sonidos en común, como el uso del órgano Hammond, la afición por riffs simples pero potentes, y dos vocalistas tremendos/bigger than life, Ian Gilllan de “los Purple” y David Byron de Uriah Heep.

En esa época los grupos sacaban discos de manera consecutiva, pues así funcionaba el mercado, y para 1971 veía a la luz su segundo trabajo, Salisbury, que mostraba que la banda gustaba de experimentar y se iban hacia sonidos más progresivos, con la canción que da título al disco con 16 minutos de duración y usando arreglos orquestales. También de ahí se desprende la canción Lady in Black que aún tocan hasta la fecha.

La portada totalmente “proto-metal”, con un tanque atravesando una densa nube de lo que parece ser “agente naranja”, recordemos que era la época de infame guerra de Vietnam y las bandas no eran ajenas a este conflicto; portadas así era su forma de denunciar o de satirizar esa obsesión bélica de las potencias. Por supuesto que en EE.UU. se cambió la portada por el dibujo de un hombre despojándose de su piel.

Su siguiente álbum, Look at Yourself (1971) terminó por consolidarlos. Atrás dejaron Vertigo y ahora estaban con una discográfica más grande, Mercury, que los llevó a vender más y a tener mejor distribución mundial. Con este disco se hacían más heavy y nos daban himnos épicos como July Morning que para muchos fans de la época estaba al nivel de Stairway to Heaven, en intención y genialidad. El resto del contenido oscilaba entre boogie rock del bueno y canciones que eran todo un viaje, como Shadows of Grief con guitarras que precedieron al doom/stoner.

La portada original del vinil era una maravilla, pues el cartón tenía un hueco donde un papel reflejante servía de espejo que distorsionaba la imagen tanto del espectador que miraba el álbum como del título del disco impreso arriba. Las rediciones no llevan este detalle y hacen pensar que la portada es muy sosa. Pero no, esos discos de vinil de los 70 tenían ediciones increíbles.

Entonces llegaría un disco clave, Demons and Wizards de 1972, un trabajo aclamado por los fanáticos y que los llevó a la cumbre del éxito hard rock de los 70s. Hasta entonces (como le pasó a Black Sabbath) Uriah Heep no gozaba del favor de la crítica especializada, fueron los aficionados a este tipo de rock los que los impulsaban y compraban sus discos; pero ante este trabajo, los críticos rockeros rápidamente cambiaron su postura y tuvieron que admitir que la banda estaba en otro nivel. Es de esos trabajos donde cada canción es memorable, y es uno de los discos clásicos de los años 70, y vendió millones de copias a nivel mundial.

Los temas ya no eran tan largos, el sonido del grupo se hizo compacto y tal vez ese fue el secreto del éxito, y está de más decir que la influencia de este álbum fue clave para la formación del heavy metal que dominaría los años por venir. Decadas después, el título del disco sirvió de inspiración para nombrar un proyecto “power metal” del vocalista de Blind Guardian y el guitarrista de Iced Earth.

Ese mismo año lanzan su quinto disco, The Magician’s Birthday, otro clásico que los afianzó su carrera y del cual se desprenden canciones como Sweet Lorraine, Blind Eye, Spider Woman o la que le daba título al  disco, un tema épico con una duración de más de 10 minutos, en donde daban vuelo a su faceta prog. La portada, otra imagen icónica de la mágica era de los años 70.

Como era lo usual en esos años su siguiente disco fue un álbum doble en vivo, titulado simplemente “Uriah Heep Live”(1973). Estaban en los cuernos de la luna y el disco vendió muy bien. Pero, como le pasó también a The Rolling Stones en esa época, tuvieron problemas de impuestos con el fisco de su natal Reino Unido, por lo cual se vieron obligados a grabar su siguiente trabajo en Francia, esta obra fue su sexto álbum, titulado, Sweet Freedom, donde le daban a su sonido un enfoque más mainstream; pero sin perder sus guitarras heavys y sus exploraciones a lo progresivo. De ahí se desprendió Stealin, una canción que también siguen tocando hasta la fecha.

A partir de su séptimo disco, Wonderworld (1974), la vida de excesos típica de los rockstars de entonces comenzó a pasarles factura, además de las constantes discusiones en torno a las regalías, y demás situaciones extra musicales. Todo ese conflicto y desequilibrio se notaba en sus conciertos y grabaciones. Es por esos años que el bajista, Gary Train, se electrocuta en pleno escenario (algo como lo que pasó en la película Almost Famous), lo que los llevó a cancelar su gira por EE.UU.

Este incidente solo sacó a la luz el acelerado tren de vida en el que estaba imbuido el bajista Gary Train, quién el 8 de Diciembre de 1975, fue encontrado muerto a causa de una sobredosis de heroína.  Fue sustituido por el bajista de King Crimson, Jon Wetton, y regresaron al ruedo con el disco Return to Fantasy, que fue bien recibido por los fans.

A pesar de aún componer buenas canciones, su fórmula ganadora ahora resultaba algo monótona; y a partir de ahí, con sus constantes cambios de alineación terminaron por llevar a la banda del Olimpo del rock a un puesto más humilde. El icónico vocalista David Byron comenzó a comportarse de forma errática y a preocuparse más por sus discos solistas, así que salió de Uriah Heep en 1976, y en los años siguientes el grupo constantemente buscó a alguien que pudiera llenar ese hueco.

Terminaron los años 70 en esa búsqueda, y grabando discos que si bien no eran malos, ya no llegaban a la calidad de sus trabajos pasados. Es así como la fama del grupo se fue diluyendo y llegaron a la década de los 80 con una actitud más sencilla, girando sin problemas al lado de bandas como Def Leppard, Rush, Judas Priest, etc. Quienes los recuerdan como músicos excepcionales en el escenario.

De 1986 hasta 2007 la banda continuó con una misma alineación, girando y grabando constantemente, manteniendo la leyenda viva. Su último disco en estudio, acertadamente titulado Living the Dream de 2018, nos muestra que la banda sigue en plena forma, a pesar de los años y de lo dura que ha sido su carrera. No nos olvidemos de agrupaciones como esta, no olvidemos a los fundadores de los sonidos que tanto nos gustan.


About the Author

Isael Serra

Lic. en Derecho y en Admon de Empresas. Ha colaborado para el diario La Jornada en el rubro de periodismo rockero. Conductor del programa especializado "Estridencia" en radio por internet. Metalero/Rockero irredento.



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