Música

Published on febrero 3rd, 2016 | by Esencia de Antes

Ritchie, Buddy y Big Bopper: El día que murió la música

«I can’t remember if I cried when I read about his widowed bride, something touched me deep inside The day the music died…«. Así nos describe su sentir Don McLean en el clásico American Pie (1971), canción en la que nos habla un poco de la historia del rock, y que bautizó esta fecha como El Día que Murió la Música.

Pero ¿A qué acontecimiento se refiere McLean? El día de hoy queremos hacer un repaso por este trágico episodio de la historia y recordar a los tres pioneros del rock and roll involucrados en esta fecha.

Quizá esta historia ya la conoces, la han mencionado en varias películas, The Buddy Holly Story (1978) y  La Bamba (1987); canciones como, Three Stars de Eddie Cochran, publicada en 1959, A Long Time Ago de Waylon Jennings* (1978) y la ya mencionada American Pie, sin embargo bien vale hacer un pequeño repaso por si tú estimado lector, no estás muy familiarizado con la tragedia o con la leyenda al rededor de ella.

*Esta canción tiene una particularidad, en ella Jennings dice «Don’t ask me who I gave my seat to on that plane, I think you already know», más adelante veremos por qué es importante.

El día que murió la música

Fue un  3 de febrero de 1959 cuando el rock and roll calló abruptamente. Han pasado pasado ya casi 70 años desde aquella tragedia que arrebató la vida y truncó la carrera de tres talentosos músicos. El día que murió la música, también lo hicieron Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper (además del piloto) en un accidente aéreo, se estrellaron en un campo de maíz en Clear Lake, Iowa.

Los tres músicos se encontraban en la gira The Winter Dance Party, junto a Dion and The Belmonts y el cantante Frankie Sardo. El día del accidente, Buddy Holly había contratado una aeronave para llevar a los músicos a Fargo en Dakota del Norte, la avioneta era una Beechcraft Bonanza 35 con la matrícula N3794N y 12 años de servicio, el piloto era Roger Peterson de 21 años, un joven con pocas horas de vuelo, además, esa noche era fría y no había un clima propicio para volar.

El día que murió la música

No hay que ser un genio para deducir que la vieja chatarra avioneta, más el piloto inexperto y las fuertes corrientes de viento y el frío ocasionarían un accidente, por supuesto esto lo sabemos hoy, pero en ese entonces y como dice la banda «no había temor de Dios», además de que los músicos de la época no eran las divas que son los de hoy en día, ellos se movían como podían e iban a donde les pagaran.

Sobre la leyenda o «maldición», se cuenta que The Big Bopper había enfermado de gripe, por lo que pidió a Waylon Jennings (de quién hablamos arriba) que le cediera su lugar en la aeronave, él aceptó, al cambiar de puestos, Buddy Holly le dijo a Waylon en tono burlón, «Ojalá que tu viejo autobús se congele», a lo que él contestó también bromeando «Bueno, pues ojalá que tu avión se estrelle», y el resto como dicen, es historia. Por cierto que esta tragedia y esas palabras perseguirían a Waylon Jennings hasta el día de su muerte, el 13 de febrero del 2002.

El día que murió la música

Ahora sabemos qué pasó El Día Que Murió La Música, pero vayamos con nuestros estelares ¿Quiénes eran estos jóvenes y talentosos músicos? Conocemos el hecho de que eran estrellas ascendientes del rock and roll, pero ¿Qué hicieron tan bien, que a los 17, 22 y 28 años eran aclamados por el público estadounidense? Veamos un poco de esto.

Comencemos por el más joven de todos, Ritchie Valens. Más de alguno te podrá decir que si viste La Bamba, eso es, que no hay mucho que contar de Richard Steven Valenzuela Reyes y quizá tienen un poco de razón, ya que la carrera de Valens sólo duró ocho meses.

Sin embargo esto para mi es minimizar las cosas, ya el imberbe músico fue una de las piedras angulares del rock and roll, género musical que ayudó a definir a través de sus frenéticos riffs de guitarra y sus enérgicas interpretaciones como La Bamba y Come On, Let’s Go y claro una que otra baladita como Donna y We Belong Together.

Otro de los pioneros del rock and roll y perdón mi falta de objetividad, pero también de los mejores, fue Buddy Holly. La carrera de Charles Hardin Holley fue un poco más extensa que la de Ritchie, comenzó en 1953 en la radio local de su ciudad, sin embargo se saben de grabaciones existentes desde 1949, cuando él sólo tenía 13 años.

Buddy tenía un talento único y todo ese feelin’ rockanrolero que podemos apreciar en canciones como Peggy Sue, Oh Boy, Not Fade Away y su clásico That’ll Be The Day, el único sencillo que llegó al número en las pistas de popularidad. Según algunos críticos e historiadores, Buddy Holly llegó a la cima de rock and roll gracias a Elvis.

Llegamos al final de esta nota recordando el día que murió la música y lo hacemos con Jiles Perry Richardson, mejor conocido como The Big Bopper. Para mi, él ha sido el más menospreciado de todos los que fallecieron aquel día en Iowa (además del piloto).

¿Por qué la historia ha dejado un poco de lado a Richardson? La verdad es que no lo sé, lo que sí sé es que siempre se enfoca en Valens por su corta edad y en Holly por su gran talento, pero ¿y The Big Bopper? Él también fue un pionero del rock and roll que también tuvo su pedazo de éxito con la canción Chantilly Lace, publicada en 1957 y que fue una de las canciones más escuchadas de 1958.

Un dato interesante, es que la revista Rockin’ 50s le atribuye a Bopper acuñar el término «video musical» o «music video» y según algunas fuentes más «audaces», él fue quién creó el primer video musical grabándose a si mismo, aunque a la fecha no he podido encontrar esta grabación.


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